miércoles, 10 de agosto de 2016

Mis palmeras


Mis palmeras.

Hoy quiero contarles cosas de mis palmeras. Hace algún tiempo que no aparezco por aquí y como siempre digo, esto ocurre porque no hay nada novedoso que contar. Hoy lo hago porque mis palmeras están, todas, bonitas y sanas. Ahora, en estos días, mucho más porque están aseadas, los troncos limpios y mucho mas ‘espigadas’.

Al limpiar los troncos han aparecido infinidad de galerías, salas de conciertos, escuelas de pilotos, qué mal vuelan, guarderías y registros. Todos estos trabajos, de la más moderna arquitectura, fueron realizados al principio de la historia que vengo contando desde hace bastante tiempo y que, ahora, han quedado al descubierto.

He de decir que mis palmeras, que sólo han sido tratadas con pimienta de cayena, están todas sanas a pesar de las heridas que sufrieron en su momento. Y algo más difícil de creer, estoy convencido que mis palmeras no tendrán nunca picudos. De otra forma no se entendería que llevando, como llevo, varios años sin tratamiento, y aquí no se ha visto ni un picudo a pesar de ser una zona donde los picudos mantienen una gran actividad. Es evidente que mis palmeras, a pasar de ser muy atractivas, son respetadas por los picudos que, llevan una temporada enzarzados con una palmera, la de mi vecino, feúcha y mala pinta.
Pienso, y no es necesario que me crean, que las palmeras, al igual que cualquier otro árbol, no tienen corazón y a pesar de todo hace circular la savia hasta su última hoja aunque se encuentre a mas de cien metros de altura, seguramente tampoco tendrán alma pero lo que si tienen, estoy seguro, es espíritu porque sienten y se alarman cuando se aproxima un peligro. Lo más peligroso para ellas son unas tijeras de podar. Sigo creyendo, Vds. no, que el espíritu regula la pimienta de cayena que se le administró en su día y mantiene circulando por la savia. Podía decirse que la pimienta de cayena actúa como vacuna. Es natural, vegetal, no se destruye y se mantiene activo en la savia de la palmera de por vida.

Por otro lado, el picudo no me preocupa, que venga cuando quiera. Es más, me gustaría que volviera para mantener mi actividad de moderador y, para Vds., corresponsal. Si no hay guerra no hay corresponsal.

Con la experiencia acumulada durante estos años me encuentro capacitado, soy flamenco, eh? para asegurar que si, hipotéticamente, fuera el encargado de mantener sanas una gran zona de palmeras no moriría ninguna utilizando sólo pimienta de cayena.

Si, y no hay que asustarse si otros utilizan ‘drones’ y mil productos sintéticos. El picudo ha despertado una enorme industria que desaparecería si él desapareciera. El picudo no desaparecerá, tendremos picudo siempre. Terminará con las palmeras y mutará con otros poderes para vivir en otros árboles que correrán la misma suerte que las palmeras.

Ayer, tengo que decirlo, este blog fue visitado por un amable lector situado en las Islas Mauricio. Visitó 122 pág. Gracias.

Y así, con este trajín, hasta otro día.







3 comentarios:

  1. Sr. Arnau mi nombre es Jorge Camarena aqui tambien batallando con el picudo negro en una de mis palmeras y ya hay señales de que va a salir el fruto y le estan saliendo hojas nuevas sera que ya se fueron ? Le mando este texto desde tijuana Mexico,que mas le puedo poner ya les puse veneno y tambien pimienta de cayena .

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    1. Sr. Camarena, gracias por su mensaje. Si inyectó pimienta de cayena en el tronco es suficiente y no es veneno. Si tiene muchas palmeras le recomiendo que adquiera un 'fonendoscopio' y escuche lo que ocurre, si ocurre, dentro del tronco de las palmeras cuando en su interior hay picudos. Gracias y a su disposición.

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