sábado, 14 de diciembre de 2013

Pimienta de cayena eficaz contra el picudo.


Pimienta de cayena eficaz contra el picudo

 Hola, hoy es 14 de diciembre. Quiero hacer un breve comentario sobre el uso de pimienta  de cayena para proteger a las palmeras del ataque del picudo rojo.

Los pimientos de cayena es un vegetal y variedad de pimiento que todos podemos comer, no es veneno, es un alimento natural con infinito numero de nutrientes buenos para nuestra salud. Cuando los pimientos alcanzan a su madurez adquieren el color rojo. Tras un proceso de deshidratación son molidos para obtener la pimienta de cayena. La conocemos como pimienta pero de pimienta solo tiene el sabor picante. Sigue siendo, por tanto, pimiento. Nada tiene que ver con las semillas de pimienta molidas a pesar de ser, las dos, muy apreciadas en nuestra cocina.

Veo a la palmera como una planta, como todas, viva sin el sentido del gusto. Cuando la tratamos con pimienta de cayena, tanto en fumigaciones como en inyectables, imagino que sentirá, si es que siente, lo mismo que los humanos sentimos cuando tomamos una taza de manzanilla sin azúcar, nada. La dosis  de pimienta de cayena que pongamos a la solución tampoco influirá, para nada, a la palmera. Los dátiles no picaran, no contendrán veneno y su consumo no originará malas digestiones.

La pimienta de cayena, en contra de lo que cree mucha gente, no mata al picudo rojo por envenenamiento, lo mata porque bloquea su sistema nervioso, lo paraliza. Cuando se posa en una palmera que ha sido fumigada con pimienta de cayena, como vengo repitiendo en varios de mis post, no tiene tiempo para perforar ni poner huevos. A los pocos segundos cae el suelo y allí finaliza su vida.

Quiero hacer una confesión. Seguramente mi visión del tema del picudo rojo esté deformada por las pocas palmeras que poseo, 21, y su altura, la más alta alcanza los diez metros, y por eso veo fácil terminar con él. Esa creencia es la que me permite ver a ‘cámara lenta’ el problema y no me altero si detecto que alguna palmera está infectada de picudos. Tengo mucho tiempo para tratarla y seguir su evolución. El picudo, en contra de lo que cree mucha gente, tarda años en terminar con una palmera. Lo que no se puede hacer es esperar a ver el ‘ojo’ amarillo para tratarla. Si este invierno, cuando los picudos se encuentran en interior del tronco, inyectáramos a todas las palmeras, a todas, pimienta de cayena u otro producto eficaz, terminaríamos con él.

Sobre este sentimiento de paz, seguridad y dominio del problema picudo, yo lo creo así, aparece otro de impotencia cuando leo las informaciones que se publican en toda España, las leo todas, sobre los estragos, los tratamientos, los resultados de las palmeras infectadas sin solución, las reuniones, los acuerdos, los desacuerdos  en cada uno de los Ayuntamientos de los pueblos de todas nuestras  provincias afectadas por el picudo. No entiendo como gente tan preparada, así la supongo, como la que hay en los Ayuntamientos y en Agricultura no se ponen de acuerdo para coger el ‘picudo por el pico’, o el toro por los cuernos, y terminar de una vez, por todas, con él.

A veces, algunas veces, pienso si todos los implicados en el exterminio del picudo queremos terminar con él y ponemos, cada uno desde el lugar que ocupa, todo nuestro empeño para conseguirlo.

Y así, con este trajín, hasta otro día.