miércoles, 21 de agosto de 2013

Verano sin picudos


Hola, hoy es miércoles 21 de agosto y hoy he fumigado mis palmeras. El ultimo post lo realice el 14 de abril y desde esa fecha no he aparecido por aquí. No es que  haya dejado de interesarme este tema, nada de eso. He estado vigilando la evolución del picudo y, aunque no lo crean, a esta fecha, todavía, no he visto ninguno. Me resulta imposible iniciar una guerra sin enemigo. Este inesperado comportamiento del picudo me está propiciando un verano atípico

Hace dos veranos era fácil ver gente con picudos enredados en el pelo. Era de escándalo. Disfrutaba y  lo pasaba ‘pipa’ diseñando estrategias para combatirlo. Este año, por lo menos en mis palmeras, no hay. No veo picudos, ni moscas, ni mosquitos, ni avispas, ni abejas, ni saltamontes, ni escarabajos.

Un problema asociado, y no menos importante, es que he dejado sin alimento al ejército de salamandras que hasta ahora mantenían ‘a raya’ el control de estas plagas. Las  veo por las noches en el exterior de la vivienda, en los lugares iluminados, inmóviles, haciendo guardia y finalmente retirarse sin haber cobrado ni una pequeña pieza.

Otro problema, no contemplado hasta ahora, son las alondras, golondrinas, que siempre han venido al atardecer, sobrevolando el jardín, haciendo piruetas acrobáticas, para conseguir su deliciosa, supongo, merienda. Este año no han aparecido.  Igual ocurre con los murciélagos, que siempre aparecían después de retirarse las alondras, también han desaparecido. Sólo he visto uno en todo el varano. Dio una vuelta y se marchó. Seguro que en su sistema de detección de bichos comestibles apareció el signo negativo.

Y así, con este trajín, hasta otro día.