El picudo y el trampeo
Hola, hoy es 19 de febrero y voy
a dedicar un ratito, poco, a despotricar
sobre lo que leo estos últimos días en relación con tareas que se están
realizando para detener el imparable avance del picudo rojo.
Voy a comenzar por el trampeo. El
trampeo, en mi opinión, sirve para muy poco, conocer el porcentaje de picudos
que existen, por zona, en un momento determinado y comparar si mejoramos o
empeoramos con relación a otra medición anterior. Esto, visto a la ligera, puede
parecer interesante, porque los que ‘caen’ en la trampa mueren. Pero el número
de picudos que ‘pasan’ olímpicamente de la trampa y se posan en las palmeras,
es infinitamente mayor.
En vez de esta actividad, la de instalar trampas, les
sugiero que fumiguen con pimienta de cayena. Si lo hacen al día
siguiente van a poder recoger los picudos del suelo, los van a contar físicamente,
nada de porcentajes. Al día siguiente, y todos los días, podrán hacer lo mismo y
podrán llevar una contabilidad exacta de sus visitantes mientras sus palmeras ni
se enteran de la existencia del picudo. Cuando un picudo se posa en una palmera
que ha sido protegida con pimienta de cayena sólo tiene tiempo
para morir. No pone huevos ni la perfora porque a los pocos segundos de hacerlo
cae al suelo y allí muere. Si después de fumigar con pimienta de cayena no
encuentra picudos en el suelo, tranquilos, sus palmeras no tienen picudos rondándolas.
Por favor, compruébelo, salvemos a las palmeras!
Mi experiencia personal es la
siguiente: Instalé una trampa con feromonas a dos metros de la palmera más cercana y en un
verano entraron unos pocos picudos, 10 o 12. Fumigué con pimienta de cayena esa misma palmera y ese verano recogí del
suelo más de 100 picudos. El 90% de picudos pasaron olímpicamente, como decía,
de la trampa y se interesaron más por la palmera que, para ser exactos, los
picudos habían conseguido hacer una entrada. A esta palmera y al total de
ellas, le inyecté pimienta de cayena en el tronco. Las palmeras, después de dos
años, con tratamientos periódicos, siguen sanas. Por favor, compruébelo,
salvemos a las palmeras!!
Esta misma palmera, elegida como ‘conejito
de indias’, la podé el pasado año, en pleno verano. Quería conocer si podando fuera de época, o época poco
recomendable por la mayor movilidad del picudo, si fumigaba con pimienta de cayena aparecerían
picudos. Los picudos no aparecieron. Este año, al final del verano podé nueve
palmeras mas, las protegí con pimienta de cayena y los picudos
tampoco aparecieron.
Mis palmeras estuvieron tres años
sin podar por miedo al ataque del picudo y, como yo, actualmente, existe una mayoría
de gente que no poda a sus palmeras. Por favor, compruébelo, salvemos a las
palmeras!!
En otro orden de cosas, me
asombra que nos este comiendo la moral el picudo. Estos días he leído que en
Murcia, en su Universidad, cientos de palmeras han sido destruidas por el
ataque del picudo y lo mismo ha ocurrido en Elche y en otras muchas ciudades.
Me pregunto... cuando hay una epidemia, de lo que sea, en humanos o animales,
lo inmediato es vacunar a la totalidad, o casi, de la población. Porqué no hacemos lo mismo con las palmeras,
porqué no protegemos a la totalidad sin
pensar si ‘ésta estará infectada o no’. Ahora, en invierno, cuando los
picudos se encuentran concentrados en el tronco de las palmeras, es un buen
momento para inyectarles lo mejor que conozcamos, pero a todas las palmeras, tengan, o no, picudos.
Breve comentario sobre la poca, o
ninguna, información que recibimos los particulares, propietarios de palmeras,
de los Ayuntamientos.
Y así, con este trajín, hasta
otro día.